Alpha es el método que el Señor nos ha dado para la evangelización, es el camino de iniciación cristiana que hemos tomado. En nuestros corazones sigue ardiendo el fuego de la Rúaj, y es por eso que iniciaremos otro curso.
En esta reunión de #SanLunes, estuvimos en una sesión modelo de Alpha. Pudimos experimentar que cada detalle, cada palabra, cada hermano estamos al servicio de Dios, para llevar su palabra y su mensaje a dónde Él nos haga su llamado.
Alpha nació en Londres, su pionero es Nicky Gumbel. Alpha tiene el sabor de todos los cristianos: católicos, evangélicos, anglicanos y ortodoxos. En nuestra Iglesia ofrece diversos beneficios a la parroquia: renueva la fe, provoca crecimiento y movilización de los laicos, construye comunidad, y da testimonio de unidad (Tal como lo pide el Documento de Aparecida).
Práctica y logística
Recibimos a nuestros invitados con una gran sonrisa y preguntando su nombre, los invitamos a pasar al salón donde les ofrecemos algo para cenar; aquí los reciben anfitriones, quienes conversan con ellos, de las cosas de la vida, de la cotidianidad. Minutos más tarde se da la bienvenida general, se cuenta un chiste y cantamos dos o tres cantos.
Después viene una breve charla para explorar las "preguntas de la vida": ¿Quién es Jesús?, ¿Por qué y cómo debo orar?, ¿Por qué y cómo debo leer la Biblia?, ¿Cómo nos guía Dios?, ¿Cómo puedo resistir al mal?, entre otros.
Después de la charla experimentamos lo que muchos llaman "el corazón de Alpha": grupos pequeños en los cuáles compartimos lo que sentimos, lo que nos gustó, nuestras experiencias, y también vamos formando una "pequeña comunidad", preocupándonos por el otro, y haciendo nuevos amigos.
Finalmente, de forma muy sencilla, agradecemos a Dios las bendiciones y pedimos el entendimiento y fuerza para perseverar.
Tú puedes ser parte de este apostolado, VEN ¡Hay mucho por hacer!
¿Y cómo van a anunciar el mensaje, si no son enviados? Como dice la Escritura: «¡Qué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias!» Así pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo. Rom 10, 15.17