22 de septiembre de 2008

¿Qué es una Comunidad de Alianza?

PARA QUE SU FRUTO PERMANEZCA
¿Qué son las Comunidades de Alianza?
Por Carlos Alberto Jardón

Origen

Desde el comienzo de la Renovación Carismática Católica en 1967 en la Universidad de Duquesne y poco después en la Universidad de Notre Dame, Indiana, hubo una respuesta inmediata a la acción del Espíritu Santo quien suscitó el nacimiento de las Comunidades de Alianza. La primera comunidad de este tipo fue la “Comunidad de la Palabra de Dios” en Ann Arbor, Michigan. Surgió poco después la Comunidad "Espada del Espíritu" que reúne a varias comunidades alrededor del mundo como la comunidad "El Gozo del Señor" de Bogotá, Colombia.

Hoy en día existen muchas Comunidades de Alianza o similares, esparcidas en todo el mundo. Algunas comunidades famosas son la “Comunidad de las Bienaventuranzas”, y la “Comunidad del Emmanuel” de origen francés. La Comunidad “Espada del Espíritu” de origen norteamericano y que cuenta con ramas en varios países de América Latina, la “Comunidad Canción Nueva” de Brasil y las Comunidades “Juan 17, 21” y “Convivencias con Dios” de origen argentino. En México la Comunidad de Alianza que ha tenido mayor empuje, estabilidad y reconocimiento de parte de la jerarquía ha sido la “Comunidad Nueva Alianza” de San Luis Potosí. La mayoría de estas comunidades fueron fundadas por los pioneros de la Renovación Carismática en sus respectivos países.

La agrupación más grande de Comunidades de Alianza a nivel internacional es la “Fraternidad Católica de Comunidades Carismáticas de Alianza”, cuyos estatutos han sido aprobados por el Pontificio Consejo de Laicos y que actualmente preside Matteo Calisi. Este organismo no es directivo sino que tiene como finalidad dar auge y animar a las Comunidades que pertenecen a él respetando la identidad de cada una.

¿Qué son?

La visión de las Comunidades de Alianza siempre ha sido la de establecer centros donde se moldeen las vidas de las personas en un ambiente de fe (estilo de vida) y asegurar que se lleve a cabo eficazmente la evangelización y la construcción del Reino (apostolado).

Lo que hace diferente a las Comunidades de Alianza de los grupos de oración o de otro tipo de grupos carismáticos es la estabilidad del compromiso de sus miembros quienes se comprometen temporalmente o de por vida, mediante una “alianza” (con Dios y con los hermanos de la comunidad). La formulación y la duración de la alianza varía en cada Comunidad. Esta alianza se inspira en las diferentes alianzas que encontramos en la Biblia: las alianzas con Dios (Génesis 15, 1-18; Éxodo 18, 3-6) o las alianzas entre personas -que quedaban unidas como por lazos de sangre- (1 Samuel 18, 1-4; 2 Samuel 3, 12-39; 2 Samuel 5, 1-3) o en la alianza matrimonial (Malaquías 2, 14-16; Mateo 19, 4-10; Efesios 5, 28-32).

¿Son todas iguales?

Las Comunidades Carismáticas de Alianza son diferentes entre sí. No es posible unificar o uniformar a todas las Comunidades debido a una variedad de razones, incluyendo las orientaciones culturales y teológicas, entre otras. Las dos constantes comunes a todas son: la promoción del estilo de vida cristiano y el compromiso apostólico. El estilo de vida abarca la oración, personal y comunitaria. El apostolado depende de la inspiración del Espíritu para cada comunidad: unas estarán enfocadas en la evangelización, otras en la oración y en la vida espiritual y otras en la acción social.

Además el Espíritu Santo ha hecho surgir muchas otras comunidades similares a estas Comunidades Carismáticas de Alianza, por lo mismo hoy se suele hablar de “Nuevas Comunidades” o de “Nuevas formas de vida evangélica” que, aunque no estén ligadas al origen de la Renovación Carismática Católica o a la experiencia del Espíritu tal como se vive en la Renovación, se experimentan a sí mismas como una realidad surgida del soplo del Espíritu.

Las Comunidades Carismáticas de Alianza se caracterizan por su “espiritualidad carismática” que se distingue por la alabanza carismática unida al Sacramento de la Eucaristía y a otras formas de devoción católica. La mayoría de las comunidades de Alianza ejercitan el acompañamiento espiritual como un elemento esencial de su estilo de vida. Los miembros de las comunidades de alianza saben por experiencia que el acompañamiento y el cuidado pastoral acompañan inseparablemente el desarrollo de nuestra espiritualidad y de nuestras actividades, de otro modo, serían estériles o cualquier fruto sería inconsistente. Estamos llamados a dar frutos que perduren (Juan 15, 8).

¿Y qué dice la Iglesia?

"La originalidad de las nuevas comunidades consiste frecuentemente en el hecho de
que se trata de grupos compuestos de hombres y mujeres, clérigos y laicos, de casados y célibes, que siguen un estilo particular de vida (…) Estas nuevas asociaciones de vida evangélica no son alternativas a las precedentes instituciones (…); son también un don del Espíritu para que la Iglesia siga a su Señor en una perenne dinámica de generosidad, atenta a las llamadas de Dios que se manifiestan a través de los signos de los tiempos.”
(Juan Pablo II, Vita Consecrata Nº 62)