16 de octubre de 2008

¿Cristianos?


Todavía en a mayoría de los países de América Latina existe confusión entre los cristianos. Algunos católicos asocian este término con los evangélicos únicamente y hasta dicen: "Yo no soy cristiano, soy católico" y algunos evangélicos le niegan este título a los católicos. Esta semana he preguntado a mis alumnos -de una Universidad Católica- quién de ellos es cristiano y apenas uno levanta la mano tímidamente ¡cuando el 99 por ciento de ellos es bautizado en la Iglesia Católica! Y cada semestre ocurre lo mismo.

Pocos católicos saben que el cristianismo viene en 4 sabores básicos (por usar una analogía imperfecta): cristianismo católico, cristianismo ortodoxo, cristianismo protestante o evangélico y cristianismo anglicano. Uno de los libros que hicieron famoso hace algunos años al actual Papa Benedicto XVI se llama "Introducción al cristianismo" y no "Introducción al catolicismo". Creo que tenemos que seguir creyendo en lo que el Papa Juan XIII decía: "Es más lo que nos une que lo que nos separa". El mundo necesita de Cristo, tiene sed de Dios, tiene sed de infinito y sed de significado de la vida.

Los católicos estamos poco adiestrados en llevar a otros a los pies de Cristo porque estábamos acostumbrados a vivir en ambientes donde todo mundo era "católico" y no había que llevar a nadie al encuentro con Cristo, se esperaba que el ambiente lo propiciara, somos expertos en "pastorear ovejas" (y a los ortodoxos les pasa más o menos lo mismo). Sabemos "catequizar" bien. Los evangélicos, en cambio, están poco adiestrados en llevar a las personas a la "madurez en Cristo" son expertos en el kerygma (en predicar lo esencial y suscitar el encuentro con Cristo), son expertos en "pescar hombres", saben "predicar" bien.

Ambas cosas: pescar y pastorear son necesarias. Creo que debemos aprender unos de otros. El archimandrita Ignatios D. Sotiriadis, delegado fraterno de la Iglesia Ortodoxa Griega ante el Sínodo de los Obispos Católicos, hizo un llamado urgente la semana pasada en Roma, en el Sínodo de Obispos Católicos:


¡Nuestra sociedad está cansada y enferma! ¡Busca pero no encuentra! ¡Bebe pero no se sacia! ¡Exige de nosotros, los cristianos (católicos, ortodoxos, protestantes, anglicanos), un testimonio común, una voz unida!

¡Este es el deseo profundo de quien alberga en el corazón la nostalgia dolorosa de la Iglesia no dividida, Una, Sancta, Catholica et Apostolica! Así como de quien, en un mundo si Cristo, le dirige, con pasión, con confianza filial y fe, una vez más, el grito de los apóstoles: Señor, ¿con quién iremos? ¡Tú sólo tienes palabras de vida eterna!".