Este sábado nos reunimos para orar y compartir nuestra experiencia como cecistas, pero más allá de la experiencia, miramos los lineamientos y la organización de la Convivencia con Dios, para ir descubriendo en nuestro interior si es la vocación a la que Dios nos ha llamado. Y es que nadie ama lo que no conoce, entonces este seminario nos sirvió para presentarnos como comunidad, quienes somos, que buscamos y de que estamos hechos.
Comenzamos orando, pidiendo al Espíritu Santo que fuera ÉL quien guiará la sesión y que además nos dejara descubrir más allá de las personas, nos llevara a ver el centro y motivo de la comunidad que es Cristo; también le hemos pedido que elimine barreras para dejarnos ver cual es nuestro verdadero anhelo, y así, entre hermanos de la misma Iglesia oramos, sostuvimos la oración de los otros y nos dispusimos a conocer más a fondo la riqueza que la Convivencia con Dios nos presentaría.
Adri nos ayuda a involucrarnos poco a poco, haciendo una dinámica, formamos 3 equipos y tratándose de unir conceptos con descripciones, buscamos las piezas que nos llevaron desde lo básico como: Grupo, Comunidad y Reunión, pasando a la Espiritualidad y escuela de la comunidad, hasta los Objetivos, Formas de participación, y Motivos de la vocación. En base a lo que hemos vivido, fuimos deduciendo, compartiendo, preguntando cuál corresponde a cada uno, y así se nos termina el tiempo, con la duda o quizá la certeza de haberle atinado a la respuesta correcta.
Es entonces cuando Carlos comienza con la presentación, guiándonos más que a conocer los conceptos, a entender que Convivencia con Dios es una comunidad de Oración, Apostolado y Vida, definiendo y describiendo puntos de la Nueva Forma de Vida Evangélica y la inspiración del Espíritu Santo, así como los métodos, el ideal y la doctrina de las Convivencias, tomados de las escuelas de espiritualidad Ignaciana, Carmelitana y la Renovación Carismática. También mencionamos como comunidad qué ofrecemos, cómo estamos organizados y cómo podemos participar en ella.
Y así, junto con las descripciones y ejemplos que nos dio Elsy, y la experiencia que Barbie nos compartió, en nuestros corazones comenzó a resonar la idea de hacer una adhesión y/o un compromiso con la comunidad, unirse a la Escuela y trabar juntos por los objetivos y la intuición básica que provienen desde Argentina, por el Padre Alberto Ibañez, pionero de la Renovación Carismática Católica en Argentina y América Latina, y fundador de la misma.
Conocer un poquito más de nuestra comunidad, abre las posibilidades de sentirnos parte de ella, de sabernos unidos con Cristo en una Iglesia incluyente y no excluyente, que es mejor sumar para llegar más lejos a compartir el mensaje de que Cristo está vivo, que vive en nosotros y que nos pide amarnos como Él nos ha amado:
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. »Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. Jn 15, 2-12