25 de septiembre de 2007

Un nuevo reto


No soy experto en grupos de oración. Me gustaría serlo. Tampoco soy experto en liderazgo. Hace unos meses llegamos a ser 60 personas en nuestro grupo de oración, el mes pasado el Obispo Auxiliar de nuestra vicaría, alabó nuestro trabajo y lo destacó de entre todos los grupos parroquiales... ¡éxito mundano! Ayer lunes sólo éramos 24 personas y en la oración la mayoría de nosotros nos quedamos a nivel del suelo no pudimos "elevar a Dios nuestra alma"... Sólo Dios sabe qué pasó, estoy seguro que he cometido muchos errores en el camino. Les confieso un secreto: no estoy desanimado, esto me enfrenta a mi propia inexperiencia, a mis ganas de autosuficiencia y a mi temor al fracaso... Dios tiene algo mejor para nosotros. Alguna vez el Papa Benedicto XVI dijo "Éxito no es uno de los nombres de Dios", basta voltear a ver al Crucificado...

¿Qué creen que nos esté pidiendo Dios? ¿Cómo podemos sacar el mejor provecho?

Estamos enterrando nuestro grano de trigo para que un día dé mucho fruto, esa es mi esperanza. Después de todo, el bambú tarda 7 años en echar raíces... El Señor nos está poniendo un nuevo reto y necesita que mucho pongamos nuestro corazón y nuestras manos.

¿Quién dice yo le entro?
Carlos Alberto