Pst pst. Queridos hermanos, como se habrán dado cuenta el Lunes se me complico llegar y les quería pedir si me comparten su experiencia de este San Lunes, por que se que todos los Lunes son diferentes, se sienten diferente, se viven diferente.
- Alessa, estuvo muy padre el lunes. La alabanza corría bien, bonita, alternándose en la dirección musical, el jefe Alex, un organista invitado y luego Adriana...
- Y de repente ¡¡¡paw!!!!, ¡el Espíritu se sintió como torrente impetuoso! Bueno, así lo sentí yo, y creo que otros también.
-¡Wow! ¡Maravilloso!. Muchas gracias Fran por tu comentario.
- Si hubo descanso en el Espíritu, que lindo momento.
- Wow. Muchas gracias Andy
- Sí, un regalo del Señor no muy usual en San Lunes
¡Que grandes regalos nos ha dado el Señor! Gracias Fran, Andy por compartirnos su testimonio a quienes no fuimos pero anhelamos estar en su presencia.
Y no siempre se tiene la oportunidad de asistir a San Lunes, comienza a correr el tiempo y tu corazón se angustia, pero bien sabes que Dios tiene lo mejor preparado sólo para ti. Adversidades diversas son las que puedes encontrar para no hacerlo, pero no dudes en pedir al Espíritu Santo que te muestre más que un por qué, un para qué de lo que ocurre.
Levanta la mirada camina hacia adelante y cree con convicción que Dios te ama, que Cristo camina de tu mano y que estas lleno del Espíritu Santo para adorarle, alabarle y bendecirle donde quiera que te encuentres, y en el transcurso de los días te darás cuenta de los frutos que la oración ha dejado en ti, porque es Dios vivo quien te guía a su presencia en todo momento, en todo lugar.
Levanta la mirada camina hacia adelante y cree con convicción que Dios te ama, que Cristo camina de tu mano y que estas lleno del Espíritu Santo para adorarle, alabarle y bendecirle donde quiera que te encuentres, y en el transcurso de los días te darás cuenta de los frutos que la oración ha dejado en ti, porque es Dios vivo quien te guía a su presencia en todo momento, en todo lugar.
Desarrollemos nuestros dones y carismas para saber dónde el Señor quiere que le sirvamos; tal vez estuviste en tu trabajo hasta tarde, escuchaste a una buena amiga que necesitaba desahogarse o incluso tú pudiste asistir a San Lunes, que nada nos detenga a salir, dar testimonio y compartir con los demás nuestra fe, porque "Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído" Hechos 4,20.