En la actualidad existen dos posturas respecto a la existencia de los ángeles: - Los que la niegan. Por sostener una postura materialista o racionalista. Algunos teólogos también niegan que existan los ángeles. Negar su existencia no es una idea nueva: “Porque los saduceos niegan la resurrección y la existencia de los ángeles y de los espíritus; los fariseos, por el contrario, admiten una y otra cosa.” (Hechos 23, 8).
- Los que la siguen como una moda. En las librerías y en las calles de las grandes ciudades, se pueden encontrar muchos libros, talleres y cursos que promueven creencias erróneas respecto a los ángeles, tales como éstas: "son energías no personas". "se deben invocar y conocer sus nombres para usarlos según mi conveniencia". "son dioses o seres humanos super evolucionados". Muchas veces en estos libros, los "ángeles" dan mensajes que un cristiano no podría aceptar (espiritismo, reencarnación, los seres humanos somos dioses, etc.). Ya san Pablo nos advierte: “Que nadie los prive del premio, bajo pretexto de "humildad" y de un "culto de los ángeles". Esa gente tiene en cuenta solamente las cosas que ha visto y se vanagloria en el orgullo de su mentalidad carnal.” (Colosenses 2, 18). “Pero si nosotros mismos o un ángel del cielo les anuncia un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡que sea expulsado! Ya se lo dijimos antes, y ahora les vuelvo a repetir: el que les predique un evangelio distinto del que ustedes han recibido, ¡que sea expulsado!” (Gálatas 1, 8).
¿Cuál es la postura de la Iglesia sobre la existencia de los ángeles?
Los ángeles aparecen en toda la Biblia, desde el Génesis hasta el Apocalipsis por lo tanto la Iglesia afirma su existencia. “La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. E1 testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición.” (CATIC 328).
La Renovación Carismática surgió en medio de un ambiente que negaba las realidades espirituales. El Espíritu Santo nos llevó a tomar conciencia de la importancia de combatir al mal espíritu y dejarnos guiar por las mociones del buen espíritu: es decir, el Espíritu Santo, nuestras facultades naturales movidas e iluminadas por la gracia y los espíritus angélicos. En la Convivencia con el Espíritu (CcE) se profundiza el tema de los ángeles. San Pablo llama metafóricamente “lenguas de los ángeles” al carisma de las lenguas (1 Corintios 13, 1) y San Basilio Magno le llama a las lenguas "danzar con los ángeles".
¿Y qué hacen los ángeles?
En la Biblia contemplamos que Dios les ha asignado tres tareas (esto nos ayuda a comprender su papel en nuestra vida):
Proclamación (Mensajeros). La palabra ángel quiere decir mensajero en griego. Este papel es claro cuando contemplamos al Ángel Gabriel anunciar el nacimiento de Jesús y de Juan Bautista (Lucas 1). Su nombre (ángel) indica su naturaleza.
Plegaria (Adoradores e intercesores). Cuando Jesús nace contemplamos a los ángeles alabando a Dios (Lucas 1, 13-14). En el libro de Tobías aparece al Ángel Rafael como intercesor (Tobías 3, 17 y 12, 12).
Protección (Guardianes). En Éxodo 23, 20 se hace la siguiente declaración: “Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado.”
Diálogo espiritual. Estamos de acuerdo con los que dicen que "todos tenemos a nuestro ángel". Los católicos, los ortodoxos y algunos protestantes (más de la mitad de los cristianos) creemos que Dios nos ha asignado a un ángel como compañero, como guardián y protector. Ese ángel es una persona, un individuo, con una libertad y voluntad propias (no es una energía) y si los ángeles se niegan a decirnos su nombre (como ocurre muchas veces en la Biblia ) es porque quieren que le demos toda alabanza a Dios y no a ellos.
A mí me gusta más saber que estoy relacionado con una "persona angélica" que me cuida y me inspira a amar más a mi Dios que con una energía de colores ¿Y a ustedes? Además ¿Cuántas veces hemos recibido ayuda y/o buenas noticias de personas que nos levantan el ánimo o nos acercan más a Dios? ¿No són estos ángeles (mensajeros) de Dios también?
Carlos Alberto Jardón.